Por Cecilia Castillo
Tres Casos para Reflexionar
TERRI SCHIAVO
Como consecuencia de un paro cardíaco en 1990 le estadounidense Terri Schiavo padeció una lesión cerebral gravísima, quedando en estado vegetativo irreversible.
Ya, al producirse el accidente, su marido aseguraba que Terri había pedido que si alguna vez cayera en este estado, no se la mantuviera con vida artificialemente. A pesar de esto, los padres de Terri negaban que ella quisiera eso, y mantenían que cuando ellos hablaban con su hija...ella sonreía.
Luego de años de batalla entre los padres, el marido y la justicia norteamericana, en marzo de 2005 un juez aceptó el pedido del esposo para que la desconectaran, ya que sólo Terri se mantenía con vida por una sonda que la alimentaba e hidrataba.
Luego de 13 días que la desconectaron...Terri murió deshidratada.
RAMÓN SAMPEDRO
A los 25 años el español Ramón Sampedro sufrió un accidente que lo dejó tetrapléjico y postrado en la cama por el resto de su vida. Fue el primero en pedir la eutanasia en su país con el argumento de que "cada persona debe disponer de su propia vida". A pesar de su ardua lucha contra la justicia (casi 30 años) para que le permitieran terminar con su vida, y por estar incapacitado para poder suicidarse, en 1998 Ramón murió por envenenamiento de cianuro, ayudado por amigos.
El momento en que este hombre se preparó para morir, fue grabado a su pedido, y él le habló a los jueces para que no castiguen a los que lo ayudaron, y para que se reflexione acerca del pedido que nunca aceptaron.
ÁNGEL FAUSTO PARODI
En 1994 debieron amputarle una de sus piernas al marplatense de 64 años Ángel Fausto Parodi, que sufría de una diabetes avanzada. Meses después la otra pierna, ya gangrenada, debía ser amputada para salvarle la vida...pero él, se negó sabiendo que si no se lo intervenía moriría.
El Comité de Bioética del hospital en que se encontraba internado, recomendó que se debía respetar la voluntad del paciente por el estado de lucidez del mismo. El juez del caso concordó con lo recomendado por el hospital indicando que "el valor de la vida en contra la voluntad del propio paciente, no podría prevalecer frente al principio de la dignidad del ser humano", y su fallo fue a favor de Parodi, quien falleció tres meses después.
Ahora sí...la reflexión:
En los tres casos se plantea el derecho a la vida, pero tanto en el primero como en el segundo no se tiene en cuenta que el derecho a la vida viene acompañado de una palabra fundamental: DIGNA.
En el caso Terri Schiavo fue una lucha política y religiosa más que ética, porque un cuerpo no es una persona....el cuerpo es lo que da forma al ser. Ahí entra el dilema de ¿cuándo se es sujeto y cuando no?, que se va a debatir siempre y nunca se llegará a ninguna conclusión por los valores que resguardan cada uno. Pero esa mujer que dependía de una máquina : ¿ Era una mujer? ¿Era un sujeto o simplemente un cuerpo mantenido por una sonda?. A mi criterio, eso no es vida, y allí se jugó más el deseo de los padres por no poder admitir que su hija había fallecido mucho antes, y que sólo queda su envoltorio...Terri no podía decidir, y no porque su boca no le permitiera, sino porque esa mujer ya había partido mucho tiempo antes de que la desconectaran.
Con Ramón Sampedro me parece una injusticia extremadamente cruel: un hombre que quiere terminar con su vida porque está atrapado en su cuerpo, y a la vez es este cuerpo el que le impide hacerlo. Repito, uno es dueño de su vida y de su muerte, y como cualquier persona puede decidir terminar con su vida sin que una batalla legal se lo impida: ¿Por qué un hombre que tiene toda la coherencia y conciencia de sus actos no lo puede hacer?. A diferencia de Terri, a Ramón sólo le quedaba su mente...y él quería irse con su cuerpo.
Al leer el caso de Parodi, puedo estar orgullosa de la justicia argentina, porque el hombre pudo decidir, y ahí si se tuvo en cuenta que la palabra VIDA no va sola.
Sí, el planteo "en contra o a favor" de la eutanasia está siempre presente. Según la definición de la Academia Española: "Eutanasia es acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él"; y está prohibido por ley en gran parte del mundo, pero: ¿Qué pasa con la cantidad de chicos que se dejan morir concientemente en el mundo por vivir en condiciones infrahumanas?. Eso por definición no sería eutanasia, pero sí Dejar Morir...y allí nadie cuestiona nada.
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