martes, 8 de septiembre de 2009

Entrevista a Nora Cortiñas

"A Videla ni lo rasguñaría porque me daría asco que algo de esa piel quede en mi"

Por Cecilia Castillo

Hace más de 30 años que Nora Cortiñas forma parte de las Madres de Plaza de Mayo.Su hijo Carlos G. fue detenido desaparecido en 1977.
Sin importar las diferencias, y las distancias con los otros grupos, lo principal para esta mujer es que cada uno de los represores y torturadores de la última dictadura vayan presos. A pesar de ser una mujer mayor, sus pies no se cansan y siguen en la búsqueda del mayor de sus deseos: una Justicia justa.


¿Cómo comenzó el movimiento de las Madres de Plaza de Mayo?
Muchas madres y padres sabían que a la ESMA se llevaba gente, ya el lugar funcionaba como centro de tortura y muerte, y como no te daban información, los familiares de los jóvenes que habían sido secuestrados nos juntabamos allí: dabamos vueltas por las veredas...era realmente dramático. Las familias se comenzaron a conectar unas con otras porque todos tenían el mismo objetivo, que era el de encontrar a sus hijos. Las madres comenzaron a hacer trámites juntas, pero en un principio no existía un movimiento formal.

¿Cómo era la vida familiar en ese momento?
Era muy difícil. Se rompieron los códigos familiares, se tuvieron que romper de una manera muy abrupta porque era sí o sí ir a buscar a ese hijo o hija. No había un parlamento de decisión, la madre salía a la calle, allí conocía a otra y se organizaban para buscar.
En mi caso, que mi marido era muy machista y muy acostumbrado a que la mujer era de la casa, se tuvo que acostumbrar.
Muchos hombres sufrieron más que nosotras por las dos pérdidas: el hijo o la hija, y la mujer que ya no era la misma. También los otros hijos sufrieron. Existía una sensación de abandono y una preocupación por no saber si volvíamos o no.

¿Cuál fue el motivo por el que las Madres se separan en dos grupos?
Después que terminó la dictadura nos separamos, antes no. Ahora llevamos más años separadas que juntas. Era un momento de agotamiento y por más que Hebe diga que fueron cuestiones ideológicas, no fue así: su personalismo y su querer ser la dueña del movimiento fue uno de los motivos. La postura política de Hebe cambió rotundamente: antes odiaba a los políticos, todo era el enemigo...ahora, está clarísimo que no es así.

¿Podría perdonar a los torturadores de sus hijos?
No, no sería capaz. Yo quiero que vayan a la cárcel, no quiero renconciliación ni perdón. Quiero Justicia, Justicia, Justicia.

¿Si lo tuviera a Videla en frente que haría?
No lo mataría. Yo siempre digo que lo rasguñaría, pero ni siquiera, porque me daría asco si quedara algo de esa piel en mi.

¿Cómo describe a la última dictadura militar?
Un crimen que jamás nos hubieramos imaginado los argentinos que ibamos a llegar a ese espanto. El terrorismo de Estado fue hecho por civiles, militares y con la participación de la cúpula de la iglesia católica argentina, con la excepción de 4 o 5 obispos; y con la participación de la iglesia media, que siguen, y nunca se arrepintieron de su apoyo activo en este horroroso plan de exterminio argentino

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