martes, 10 de noviembre de 2009

Luchar por la igualdad

Por Daniela Celia

El silencio se paga con el precio
de la dura divisa del sufrimiento humano


Durante más de seis siglos, las comunidades indígenas fueron condenadas al olvido. La colonización iniciada en 1492 aún hoy intenta destruir sus raíces y los castiga con la indiferencia. Esta sociedad les prohíbe usar su propia lengua, acceder a los servicios básicos, ser dueños de las tierras que habitan, practicar su religión, portar sus nombres originarios. En fin, disfrutar su cultura.

Es por eso que UNICEF emprendió una campaña para difundir los derechos de niños y adolescentes indígenas, dirigida en particular a la educación y la salud. Exactamente los mismos derechos que gozan -o al menos deberían gozar- todos los chicos y chicas que viven en Argentina.

Los números fríos de las estadísticas reflejan una realidad escalofriante. En nuestro país, existen 30 pueblos indígenas compuestos por 600.329 personas. El 23,5% de esos hogares no tienen satisfechas sus necesidades básicas. El Congreso sancionó en diciembre de 2006 la Ley de Educación Nacional que establece que la enseñanza debe ser intercultural, bilingüe y respetar a las distintas comunidades. Pero de los ocho millones de estudiantes argentinos, apenas el 0,9% de la población escolarizada pertenece a los habitantes originarios.

Es cierto. Algún cambio hubo en este tiempo pero aún es poco. En marzo de este año, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró una escuela para wichis en La Puntana, Salta. Mientras daba inicio al ciclo lectivo, la Jefa de Estado rogó: “Quiero pedirles, en nombre de todos los argentinos, perdón por tanto tiempo de olvido, avaricia y egoísmo”. Fue un reconocimiento merecido aunque sólo las palabras son insuficientes.

Los reclamos para que estos pueblos tengan una mejor calidad de vida no son exclusivos de Argentina. El 13 de septiembre de 2007, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas con 144 votos a favor, 4 en contra y 11 abstenciones. La redacción de este documento que llevó más de diez años protege a las comunidades originarias a nivel internacional.

A pesar de que la campaña no es masiva en los medios de comunicación, su objetivo es sumamente importante. Sin embargo, podemos hacer algo más por ellos. Ayudemos a luchar por sus derechos.


0 comentarios:

Publicar un comentario