"En 1000 días prometo limpiar el Riachuelo"
El mayor basural
Una frase recordada por todos y sufrida por muchos. Una deuda eterna que aún no sabemos por qué nunca se cumple.
La cuenca Matanza-Riachuelo cubre una superficie total de 2240 kilómetros cuadrados. Su curso atraviesa 14 municipios de la provincia y parte de la Ciudad de Buenos Aires y en sus alrededores viven unas 5 millones de personas que están en permanente riesgo por la contaminación que vierten allí las más de 4 mil industrias situadas en la zona.
Leptospirosis; triquinosis; peste bubónica; peste pulmonar; hantavirus; fiebre hemorrágica argentina; salmonelosis; fiebre tifoidea; fiebre paratifoidea; hepatitis A; hepatitis E. Estas son algunas de las enfermedades a las que se enfrentan a diario los vecinos del curso de agua más contaminado del país. Es el basurero a cielo abierto de las fábricas, que genera un problema ambiental, urbanístico y arquitectónico, pero principalmente uno social. ¿Por qué nadie hace nada?
A pesar de ser siempre una promesa electoral, la ausencia de políticas públicas tendientes a mejorar este panorama desolador empeoró cada vez más la situación. La desidia reflejada en tantos años de promesas incumplidas se cobró un responsable hace un mes cuando el intendente de Lomas de Zamora renunció a su cargo a raíz de las multas que le impuso la Justicia Federal por las irregularidades en la limpieza de la Cuenca.
Mucho antes de esto, en julio de 2008, la Corte Suprema había ordenado el inicio de las obras. Para ponerlas en marcha, el Ministerio de Planificación pidió un préstamo al Banco Mundial que fue aprobado en junio de este año.
Franz Drees - Responsable del proyecto del Banco Mundial
Fuente: lanacion.com
Sin embargo, los recursos del Estado que ya estaban destinados para este fin no fueron aprovechados: un informe de la Auditoría General de la Nación reveló que durante el año pasado sólo se utilizó el 35 por ciento del dinero.
La semana pasada, la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar) difundió algunos resultados del plan que puso en marcha para cumplir la sentencia del máximo tribunal. De un total de 466 empresas relevadas, los inspectores detectaron que 51 industrias son “agentes contaminantes graves”, es decir que vierten residuos tóxicos riesgosos en el agua. Se trata de curtiembres; elaboradoras de grasas, subproductos ganaderos y harinas de hueso; triperías; fábricas de levaduras y de bebidas; y mataderos. Algunas de ellas son Frigorífico First, de Jorge Luis Tolosa SA; Fibra Papelera SA; La Esperanza SRL, Frigorífico La Pompeya; Curtiembre A Gaita; Curtiembre La Teresa; Pantin; Curtiembre Vietri; La Ganadera Arenales y La Ganadera Nueva Escocia.
Porque la vida de muchos está en juego, el saneamiento del Riachuelo es una deuda del Bicentenario.
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