miércoles, 7 de octubre de 2009

LOS DECLARO MARIDO Y MARIDO


Por Cecilia Castillo

El 19 de julio de 2003 César Cigliutti y Marcelo Suntheim se convirtieron en la primera pareja gay unida formalmente en toda latinoamérica. Su activismo social cambió parte de la historia.
Sus vidas se cruzaron por seguir un mismo objetivo: el ser reconocido como un argentino más, sin importar su inclinación sexual. Fue así que en una marcha luchando por sus derechos se dieron cuenta que su unión iba más allás que el activismo social, sino también por un profundo amor.

César es profesor universitario, y presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) desde hace más de dos décadas. Desde joven que milita contra la discriminación y para lograr que la elección sexual no sea un obstáculo que limite sus derechos. Marcelo es secretario de CHA, su militancia comenzó más tarde que la de su marido. Estos dos hombres, respaldados por su entidad, lograron que en diciembre de 2002 se aprobara, en la Ciudad de Buenos Aires, el proyecto de ley de unión civil que reconoce privilegios entre los cónyuges (acceder a obra social, sacar un crédito, acceder a licencias sociales por enfermedad), aunque no pueden heredarse en caso de muerte, acceder a pensión ni tienen la posibilidad de adoptar un hijo como pareja de hecho.

Ambos, aseguran que su activismo fue fundamental para lograr el reconocimiento de la unión entre personas del mismo sexo, pero también reconocen que les queda mucho por luchar para que la ley sea nacional y se amplíen los derechos, permitiéndoles así poder lograr su sueño que es el de ser papás.

Cigluitti fue profesor de Letras en colegios católicos y en la Universidad del Salvador. Nació dentro de una familia de clase media y vivió gran parte de su vida en el barrio de Belgrano. Su padre fue militar, pero se retiró antes de la última dictadura. Su madre, una maestra jubilada. Tiene tres hermanos. Con respecto al momento en que "se dió cuenta" que le gustaban los hombres, dice no recordarlo concretamente pero ya desde su adolescencia que se fijaba más en sus amigos varones que en las mujeres: su primer amor fue un compañero de colegio.
A los 26 años, su hermano menor lo "descubrió" durmiendo con un hombre, lo que lo forzó a contarle a su familia, aunque para que su padre lo supiera, esperó un par de años más.

Suntheim es de Misiones, se mudó solo a Buenos Aires cuando terminó el secundario. Cuando recuerda el momento en que sintió, por primera vez, atracción por otro hombre se remonta a su infancia, y asegura que desde los 7 años le gustaban físicamente los amigos de su edad. Su padre era hiper machista, y su madre muy religiosa, con lo cual, Marcelo tenía terror a enfrentarlos. Siempre escuchaba a su madre decir que "los homosexuales eran degenerados", y por esos comentarios y el miedo que le implicaba el hablar, Marcelo "tuvo que ser heterosexual" y tuvo una novia de la que se terminó enamorando. A los 24 años se deinifió y decidió asumir su sexualidad: se lo comunicó a sus padres por teléfono, que sorpresivamente lo tomaron serenamente y lo apoyaron.

César y Marcelo son la primera pareja gay de Argentina que pudo lograr el reconocimiento ante la ley. Un amor que pudo, y que lucha día a día para terminar con la diferencia.

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